La vida es lenta…y rápida,
Como la agonía del cadáver,
El caótico sueño de un
Eterno despertar,
La esencia floral del
Alma impura.
Y te llamo en silencio, agonía triste,
Grito en la noche,
Aulló como el lobo, animal que soy,
El ulular melancólico
Que rompe el absurdo
Silencio de tu noche,
Es mi voz.
La lenta decadencia
De las risas huérfanas,
Alimentan infinitos
Pensamientos de un amor
Que no es, no ha sido,
Y por desgracia jamás
Será.
El clímax de los sollozos
Del alma negra, alma
Que habita mi ser,
Parece haber despertado
A mi corazón.
Quien después de mucho
Vuelve a sentir,
El maldito frio de la
Estúpida realidad.
Tal vez algún día encuentre
A ese ladrón, el que tiene
Mi corazón y la llave de
Mi alma, el que con manos
De mujer ha de reanimar
Mi ser, y en sus ojos
Ver el alba y morir.
Absurdos pensamientos, memorias
De alguien que nunca existió,
Recorren mi mente, recuerdos
De las ilusiones sin madre,
El castigo a una mente prodiga,
La agonía cruel, del cadáver.
"Agonía del cadáver"