miércoles, 30 de enero de 2008

Lo Efímero de la Vida

Lo Efímero de la Vida.



¿Porque mi vida anda mal?

¿Por qué mis sueños tienen que acabar?

Oigo el llamado de la muerte,

Que me invita a tomar café.


El dedo apunta al asiento

¿Qué me siente?, está bien, así lo hare.

Tomo el café, esta sin azúcar,

Le dejo en la gris mesa.


¿Qué quieres? Pregunte,

No hubo respuesta, da igual,

Ya la sabía.


Otro año ha pasado -me dijo una lúgubre voz-

Veo que tu vida ha estado bastante activa,

No solo has visto morir tus sueños,

Los has visto nacer,

Has sido olvidado por muchos,

Unos cuantos aun te recuerdan,

Tu vida dio un drástico giro no esperado,

Como el rayo cuando no hay tormenta.


¿Y todo esto a que viene al caso?- respondí-

Como te atreves a hablar de vida,

De mi vida,

Si eres el ángel de la muerte,

Si como estandarte llevas esa negra capa,

Como himno un coro de lágrimas.


Calla, poeta –alego-

Tus impertinentes palabras

Te pueden salir caras,

Escucha primero las palabras

De esta oscura dama.


Continúa entonces –agregue-

Hasta yo me doy cuenta

De que no cuento con mucho tiempo ya.


Mucho ha cambiado, y lo sorprendente,

Es lo poco que tú lo has hecho,

Hay mucha oscuridad,

Pero tú distingues la luz.

Y ahí algo que no entiendo joven poeta,

Porque te levantas después de caer,

Como logras conseguirlo siempre,

Si tus heridas cada vez son más profundas,

Y no solo físicas, veo que tu alma también sufre.

¿Cómo lo haces?


Esa pregunta, mi negra amiga,

Dama que cierra los ojos de la última

Esperanza,

No te la puedo responder, pues

Desconozco cuál es la fuerza

Que me permite seguir en pie,

He de imaginar que es mi gran indiferencia,

Pues me da igual todo, un golpe es un golpe,

No importa si es suave o duro.


Yo sé por cuanto has pasado, y que muchas veces

Has pensado en regresar, se cuanto ha dolido

Tu corazón,

Las incontables horas de meditación

En las que te preguntabas si

Valía la pena seguir,

Y también se, que esa pregunta

Aun ronda los confines de tu mente.

Dime acaso si miento.


No mientes –le respondí-

Veo que sabes bien de mí,

Me pregunto cuánto sabrás de mí.


Mucho se, sobre la vida de los hombres,

Pues no solo Él lo ve todo,

Otros también poseemos esa capacidad,

Ven conmigo y se inmortal,

Toma mi mano y veras más

De lo que cualquier ser ha visto,

Sígueme y serás único muchacho.


Una seductora propuesta,

Que he de rechazar,

Otro año ha pasado, amiga,

Y te he vuelto a vencer,

Anota bien que ya van diecisiete,

Tengo la última carta y puedo

Ver quién es el ganador.


He de irme ya -dijo-

Otros esperan mi llegada,

Lamento lo corta de nuestra charla,

Hasta el próximo año poeta,

Espero no verte pronto.


Hasta el próximo año, oscura dama.

Sé que no veremos pronto,

Pues de eso trata esta efímera vida.


Nota del autor: este, se podría llamar “poema”, trata de una charla conmigo mismo, al ver cerca la fecha en la que he de modificar el vano numero con el que los humanos simbolizan mi edad tuve una meditación sobre lo que fue este último año de vida, definitivamente uno de los más complejos de esta corta vida, en este año por momentos llegue al cielo y en otros sufrí el infierno,
Paso de todo y de nada, viví mucho y poco, hubo muchos cambios, tal vez demasiados, callé victorias y canté derrotas.

Al sentir siempre cerca la muerte vivirás tu vida cada instante como el último, y así apreciaras Lo Efímero de la Vida.

"Lo Efímero de la Vida"

lunes, 28 de enero de 2008

Oh, Mujer

Dime, si ahí algo mas
lúgubre que los besos de una mujer.
Ellas, tienen la habilidad
de hacer subir el hombre al cielo,
y cruelmente llevarlo al mas triste infierno.

Tal vez no te has dado cuenta,
pero nuestras efímeras vidas
giran alrededor de ellas,
nos dan y nos quitan
la fuerza de vida.
¡Oh, mujer! Que cruel eres.

El sol sale solo para adorarlas,
los cuerpos celestes brillan para ellas,
el corazón del hombre late
gracias a ellas.
A ti mujer, debo mi vida.

El amor, el amor no es mas
que un ingenioso invento para
esclavizarnos, para atarnos,
mujer, libéranos de tus encantos,
tus hechizos nos dominan.

Dime, si ahí algo mas
triste que los ojos de una mujer.
Guardan llanto, guardan penas,
guardan secretos que no revelan
ni al mas fiel de sus lacayos.

¿Cual es nuestra misión en
esta vida mas que amarlas?
¿Acaso nuestro corazón no
esta hecho para ser azotado por su brazo?

y lo triste es ser solo un esclavo mas,
quiero ser el único,
que tu sortilegio solo surta efecto en mi,
hacer que tu visión se limite a mi,
y así convertirme en tu dueño.

Dime, si acaso, ahí algo
tan dulce y fuerte a la vez,
como los brazos de una mujer.
Esos brazos que alzan generaciones,
esos brazos que azotan nuestras almas,
esos brazos que preparan el futuro,
esos brazos que acarician, con una
dulzura similar a la de las diosas,
al hombre herido.

¡Oh, mujer!
¿Diosa o humana?
tienes ambas características
¡Oh, mujer!
¿Dulce o cruel?
eso jamás lo sabré.

"Oh, Mujer"