lunes, 28 de enero de 2008

Oh, Mujer

Dime, si ahí algo mas
lúgubre que los besos de una mujer.
Ellas, tienen la habilidad
de hacer subir el hombre al cielo,
y cruelmente llevarlo al mas triste infierno.

Tal vez no te has dado cuenta,
pero nuestras efímeras vidas
giran alrededor de ellas,
nos dan y nos quitan
la fuerza de vida.
¡Oh, mujer! Que cruel eres.

El sol sale solo para adorarlas,
los cuerpos celestes brillan para ellas,
el corazón del hombre late
gracias a ellas.
A ti mujer, debo mi vida.

El amor, el amor no es mas
que un ingenioso invento para
esclavizarnos, para atarnos,
mujer, libéranos de tus encantos,
tus hechizos nos dominan.

Dime, si ahí algo mas
triste que los ojos de una mujer.
Guardan llanto, guardan penas,
guardan secretos que no revelan
ni al mas fiel de sus lacayos.

¿Cual es nuestra misión en
esta vida mas que amarlas?
¿Acaso nuestro corazón no
esta hecho para ser azotado por su brazo?

y lo triste es ser solo un esclavo mas,
quiero ser el único,
que tu sortilegio solo surta efecto en mi,
hacer que tu visión se limite a mi,
y así convertirme en tu dueño.

Dime, si acaso, ahí algo
tan dulce y fuerte a la vez,
como los brazos de una mujer.
Esos brazos que alzan generaciones,
esos brazos que azotan nuestras almas,
esos brazos que preparan el futuro,
esos brazos que acarician, con una
dulzura similar a la de las diosas,
al hombre herido.

¡Oh, mujer!
¿Diosa o humana?
tienes ambas características
¡Oh, mujer!
¿Dulce o cruel?
eso jamás lo sabré.

"Oh, Mujer"

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